¿Sabes cómo tu peso corporal puede afectar tu fertilidad? Cuando existen extremos de bajo peso y sobrepeso, estos se convierten en factores que pueden afectar la capacidad para lograr y llevar a término un embarazo. Y esta realidad no solo afecta a mujeres, también a pacientes varones.

Para determinar un peso adecuado es importante conocer, principalmente, el Índice de Masa Corporal (IMC) que debe ubicarse entre 18.5 y 24.9 para considerarse dentro del rango de peso normal o saludable.

Este post está dedicado a explicar por qué ni el bajo peso ni el sobrepeso son condiciones recomendables cuando se planea un embarazo.

Impacto del bajo peso en la fertilidad

El bajo peso, definido por un IMC inferior a 18.5, puede tener repercusiones significativas en la fertilidad de cualquiera de los miembros de la pareja. Una de las principales formas en que el bajo peso afecta al organismo es a través de alteraciones en el metabolismo y la producción hormonal:

Un IMC bajo puede conducir a niveles inadecuados de hormonas reproductivas, como el estrógeno y la progesterona.
En las mujeres, estas hormonas son fundamentales para regular el ciclo menstrual y desencadenar la ovulación, que es necesaria para la fecundación.
Cuando los niveles de estas hormonas están desequilibrados, los ciclos menstruales pueden volverse irregulares o incluso ausentes, lo que dificulta la concepción.
Para el caso de los hombres, los niveles bajos de testosterona pueden ocasionar disfunción eréctil o disminución de la líbido.
Otra de las afectaciones se manifiesta como una menor concentración en la cantidad de espermatozoides o disminución de su movilidad, que puede dificultar la concepción.

Desnutrición y baja calidad de los óvulos

Por otro lado, cuando el bajo peso está asociado a la desnutrición, esta puede afectar la calidad de los óvulos y la salud del revestimiento uterino, conocido como endometrio, ya que existen nutrientes que son necesarios para el desarrollo adecuado de los óvulos y para crear un entorno óptimo para la implantación del embrión.

La falta de estos componentes esenciales, como algunas proteínas llamadas citoquinas, a causa de la desnutrición, puede obstaculizar estos procesos críticos en los que el embrión se implanta con éxito, lo que genera la reducción de las posibilidades de un embarazo exitoso, aun después de la fecundación.

Ausencia de ovulación

Finalmente, en casos extremos, el bajo peso o la pérdida drástica de peso a causa de enfermedades o trastornos como la anorexia, cambios en la alimentación o el exceso de ejercicio puede provocar amenorrea, que es la ausencia total de menstruación. Esta condición indica que el cuerpo no está ovulando, lo que hace imposible la concepción.

Por lo tanto, es importante evitar una condición extrema de bajo peso, como un factor crucial para asegurar la función hormonal adecuada y la ovulación regular que faciliten la concepción.

Impacto del sobrepeso en la fertilidad

Por otro lado, el sobrepeso, caracterizado por un IMC superior a 24.9, también puede afectar negativamente la fertilidad tanto en mujeres como en varones. Una de las principales complicaciones asociadas con el sobrepeso es la resistencia a la insulina, lo que significa que las células del cuerpo tienen dificultades para responder a esta hormona.

Desequilibrios hormonales

¿Cómo afecta esto a la capacidad de concebir? La resistencia a la insulina puede provocar desequilibrios hormonales, incluida la producción excesiva de testosterona en mujeres, lo que puede interferir con la ovulación normal. En el caso de los hombres, esta condición está asociada con problemas de disfunción eréctil.

Síndrome de Ovario Poliquístico (SOP)

Además, las mujeres con sobrepeso tienen un mayor riesgo de desarrollar el síndrome de ovario poliquístico (SOP). El SOP es una afección endocrina común que puede causar infertilidad al provocar desequilibrios hormonales e interferir con la ovulación.

Una de las características del SOP es la presencia de quistes en los ovarios y la producción elevada de hormonas masculinas que suelen interferir en los procesos naturales de la concepción, como una ovulación adecuada.

Desregulación del ciclo menstrual

El sobrepeso también puede causar irregularidades en el ciclo menstrual, incluidos ciclos anovulatorios en los que no se produce la liberación de un óvulo. En ese sentido, la ausencia de ovulación reduce significativamente las posibilidades de concepción y puede indicar problemas de fertilidad subyacentes que deben abordarse.

Mayor riesgo de pérdida espontánea

En las pacientes con obesidad, los estudios también señalan que pueden llegar a tener 30% más complicaciones para llevar a término su embarazo. Es decir, tienen mayores probabilidades de sufrir una pérdida.

Bajos niveles de testosterona en hombres

La obesidad también está directamente asociada con una disminución en los niveles de testosterona, que es la hormona reproductiva masculina, lo que puede ocasionar disminución de la líbido, disfunción eréctil, así como una disminución en la movilidad y concentración espermática, factores que interfieren directamente en las probabilidades de fecundación.

Recomendaciones para mejorar la fertilidad

De acuerdo con los especialistas, para optimizar tus posibilidades de concebir, es fundamental mantener un peso corporal dentro de un rango saludable. Un IMC entre 18.5 y 24.9 se considera ideal para la fertilidad. Aquí hay algunas recomendaciones para lograr y mantener un peso saludable:

Alimentación balanceada: Consumir una dieta equilibrada rica en frutas, verduras, proteínas magras y grasas saludables puede ayudar a mantener un peso corporal adecuado, capaz de promover la salud reproductiva.
Ejercicio regular: Participar en actividad física moderada de forma regular no solo ayuda a controlar el peso, sino que también puede mejorar la salud general y la función hormonal, al contrarrestar factores que podrían afectarla.
Consulta con un especialista: Si estás teniendo dificultades para concebir, es importante buscar la ayuda de un médico especializado en fertilidad. Un especialista en fertilidad puede realizar pruebas para identificar cualquier problema subyacente y recetar un tratamiento adecuado.

Recuerda que mantener un peso saludable mejora tus posibilidades de una fecundación exitosa, pero también reduce el riesgo de complicaciones durante el embarazo y el parto. En ese sentido, priorizar tu salud y bienestar antes de concebir puede sentar las bases para una gestación exitosa y una experiencia de parto más segura.

Si tienes preocupaciones sobre tu peso o fertilidad, no dudes en hablar con un profesional de la salud para obtener orientación y apoyo.