La disminución de la calidad del semen, así como los cambios y fragmentación del ADN en los espermatozoides se han asociado con efectos adversos en el potencial reproductivo de los hombres, que a su vez suele traducirse en una disminución de la fertilidad, y en los casos en los que se logra un embarazo, un aumento en el riesgo de aborto.
Se conoce que después de su producción, los espermatozoides se conservan en el epidídimo en donde sufren ciertos cambios asociados con la maduración celular, en un periodo que dura entre 2 y 11 días, y tras lo cual el potencial fértil se puede considerar normal.
Aunque se ha demostrado que la abstinencia sexual por sí sola puede tener un efecto adverso en la calidad del semen, particularmente afectando la motilidad de los espermatozoides eyaculados después de un tránsito epididimal prolongado, los efectos de las eyaculaciones frecuentes no se habían demostrado del todo.
En un estudio realizado por el departamento de Obstetricia y Ginecología, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Illinois del Sur se dedicaron a revisar los efectos de un periodo corto de eyaculaciones diarias en la calidad inicial y final del semen, para determinar factores importantes como motilidad o fragmentación del ADN.
En el estudio comentado se seleccionaron 19 hombres sanos, sin antecedentes de tabaquismo o infertilidad, con un promedio de edad de 25 años, los cuales se sometieron a eyaculaciones diarias durante 14 días consecutivos después de un periodo de abstinencia de entre 3-5 días. Se recolectaron muestras de semen en los días 1, 3, y 14.
Entre los hallazgos demostrados por este estudio, se encontró una reducción esperada tanto en el volumen eyaculatorio como en el conteo de espermatozoides por mililitro, así como una disminución no significativa en la motilidad espermática, sin embargo no se detectaron alteraciones negativas que representaran cambios significativos en la integridad del ADN, presencia de espermatozoides inmaduros o daño por oxidación.
Estos datos concuerdan con los de otro estudio, realizado en 2015, y publicado en la revista Reproductive Biology and Endocrinology, por el Dr. José Mayorga Torres del Grupo Reproducción de la facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia en Colombia; en el que se demuestra también una disminución obvia de la cantidad de espermatozoides en cada eyaculación, así como una disminución franca del volumen del semen hasta en un 50%, sin que esto afecte de forma significativa los parámetros como la motilidad, viabilidad o la morfología de los espermatozoides.
Se demostró, sin embargo, que estos cambios llegaron a estabilizarse después de la primera semana, e incluso en algunos casos se demostró un aumento y mejora de la vitalidad espermática hacia el final del estudio, que tuvo una duración de 14 días.
En conclusión, con esto se demuestra que la eyaculación diaria durante dos semanas no tiene efectos negativos tanto en los parámetros convencionales como en los funcionales. Estos resultados se vuelven relevantes clínicamente, dado que podría significar una opción para los hombres con cáncer al poder recolectar varias muestras sucesivas de espermatozoides previo a la utilización de quimioterapias.
Lo que queda a futuro es realizar estudios con muestras mayores, que permitan demostrar no solo los efectos negativos sino los beneficios de la utilización de las eyaculaciones frecuentes para los casos de infertilidad asociados a estrés oxidativo de los espermatozoides.
Fuentes: The effect of daily ejaculation on semen parameters and sperm DNA damage in normal men. McAsey, M.E. et al. Fertility and Sterility , Volume 96 , Issue 3 , S233